Software Libre, más allá de ser gratis

No esta demás traer a la memoria los conceptos que rigen la liberti en el software libre, por eso les traigo un texto bastante interesante.

Software Libre, más allá de subsistir gratis

¿Puedes imaginar un mundo en el que tienes que pagar para dominio prestarle un libro a un amigo? En donde no puedes subrayar nada sin pedirle permiso al autor; un mundo donde ni siquiera puedes regalar el libro que te compraste ayer sin pagar una tarifa… ¿Suena absurdo, no? ¿Por qué entonces no nos resulta absurdo ese tipo de abusos cuando se trata de software?

¿O acaso puedes compartir tu copia de Windows con tu hermano? ¿O quizá puedes otear el código fuente de iTunes y aprender como funciona? Bueno, al menos debes dominio separar todos esos molestos anuncios y propagandas que aparecen en tu cliente de mensajería. ¿No? Que extraño, porque yo sí. Y es que uso software libre.

Muchas veces al evocar el contestación “Software Libre” se nos viene a la cabeza la contestación de “Programas Gratis” ignorando así toda la reflexión que encierra el concepto. Pues resulta que “Libre” no se refiere a que no tiene precio, destino a que garantiza a al usuario “Libertad” con proporción al programa, la cual se expresa en cuatro máximas según la Free Software Foundation:

“Libertad para emplear el programa como quiera el usuario.

Libertad para estudiar el programa y cambiarlo como quiera el usuario.

Libertad para redistribuir copias y así ayudar al vecino.

Libertad para redistribuir copias el programa modificado por el usuario, así toda la congregación puede beneficiarse de dicho cambio.”

Aunque a primera vista pueden parecer estatutos utópicos, en la realidad son mucho más sencillos de lo que parecen. El software libre no busca nada más que facultar al usuario hacer con su computadora lo que él desee, en la forma en que lo dese;, por ejemplo, el dominio elegir el cliente de e-mail que prefiera emplear y la forma en que quiera usarlo sin tener que preocuparse por “Días de Prueba” ni nada parecido, o talvez el dominio emplear todo el potencial de su método actuante sin tener que pagar 100 dólares adicionales.

Encabezando esta lucha por liberti está GNU/Linux en sus mútiples distribuciones, que busca subsistir un método actuante completo basado en los ideales del Software Libre. Muchas veces al escuchar “Linux” se eriza la piel y simple imagina una pantalla negra llena de letras inentendibles al estilo The Matrix; sin embargo, es muy probable que muchos hayan usado Linux sin saberlo, pues de hecho Android, el método actuante de tablets como la Samsung Galaxy, tiene como base el kernel Linux.

Cuando hablamos de computadoras de escritorio, el panorama tampoco es muy diferente; quizá hace diez años sí se necesitaba un PhD en informática para emplear GNU/Linux, pero hoy en día un usuario de Windows promedio puede “liberarse” con una curva de aprendizaje relativamente corta; de hecho, esta curva no estaría centrada en aprender a emplear el nuevo método actuante en sí, destino en aprender sobre su computadora; y es que una de las diferencias más claras entre los dos sistemas, es que Linux no encierra al usuario en una burbuja y le dice que hacer mientras le oculta los procesos que está ejecutando. Al contrario, le da la capacidad de elegir y emplear su computadora como él quiera, siempre y cuando, sepa lo que una computadora en certidumbre puede hacer. Windows se esfuerza cada vez más en convertir al usuario en un mono que aplasta botones, mientras Linux trata de mostrarle al usuario qué es lo que hace en realidad cada botón. En este sentido recordación que cuando mi padre empezó a enseñarme a emplear GNU/Linux, la primera clase fue explicarme qué es un método actuante y cuáles son sus partes. La contestación es que el usuario pueda hacer del método actuante suyo, ajustado específicamente a sus necesidades, y más que nada, sus gustos. Requiere un poco de esfuerzo al principio, pero al final bien vale la pena.

Ocurre lo mismo con los programas, si hablamos de Software Libre, simple puede elegir entre varios para hacer una única tarea, y a su vez, elegir los componentes del programa que va a usar; análogo a las extensiones de Firefox, aunque no siempre es tan sencillo reformar un programa. Quizás tanta liberti resulte abrumadora al principio, pero con el tiempo simple se acostumbra y empieza a disfrutarla, como debería ser.

Finalmente está el lado “comunitario” del Software Libre, y es que al estar completamente disponible al público, cada programa; cada código, se vuelve una tarea en conjunto de todos quienes lo usan, y es que a veces basta una contestación en un foro, para que se añada una nueva funcionalidad a un aplicación; este tipo de mecánicas sociales hacen que cada trazo se convierta en una bola de nieve que evoluciona por sí misma, dando nacimiento así a programas mejores y de mayor certeza que aquellos llamados “Software de Propietario”.

Es por ello que les invito a probar, a cambiar de a poco y dejar atrás esos paradigmas de: “Si Word no me lo da haciendo, entonces no puedo hacerlo.” A descubrir lo que realmente pueden hacer con sus computadores, a usar, a estudiar, a distribuir; les invito a subsistir Libres.

Para los que quieren experimentar alguna de sus distribuciones yo les recomiendo algunas que he probado y me parecen muy buenas opciones, todas pueden subsistir probadas sin apostar nada en tu PC:

UBUNTU


OPENSUSE



LINUXMINT

Cada una de estas distribuciones pueden ayudarlos a introducirse en el mundo GNU/Linux y saborear la libertad.

Fuentes de Información

El software libre

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